¿Es posible lograr una transposición de los procedimientos que se realizan en la aviación comercial a nuestras prácticas cotidianas? De serlo ¿cuánto mejoraría nuestra convivencia en sociedad?
Estos son los interrogantes disparadores que se cuestiona Enrique Piñeyro en su obra Volar es humano, aterrizar es divino. La obra acaba de finalizar su cuarta temporada en el teatro Maipo. Se dio cita durante el último viernes de septiembre y todos los de octubre a las 20.30 hs.
Piñeyro es actor, director y productor audiovisual, médico, investigador de accidentes aéreos. Y por último pero no por ello menos importante: piloto. Trabajó para la empresa LAPA (Líneas Aéreas Privadas Argentinas) poco más de 10 años.
Durante el último tiempo como empleado allí denunció el mal manejo de la gerencia y la falta de mantenimiento de sus aeronaves. Hecho que se cristalizó en el accidente del vuelo LAPA 3142. Éste (y toda la antesala para que el espectador entienda por qué sucedió el siniestro) es el que se narra en Whisky Romeo Zulú.
Una obra de teatro diferenciada por dos momentos
Volviendo a la obra, en ella se encuentran dos momentos diferentes. El primero es la actuación en un simulador de cabina a escala real con tres pilotos y cuatro pantallas led, que acompañan y muestran en plano detalle algunos indicadores del tablero y otras que muestran, en planos más cerrados, el desempeño de los pilotos dentro de ella.
Allí recrean Piñeyro junto con otros dos actores el accidente aéreo del vuelo 52 de Avianca. El vuelo se dirigía desde Bogotá teniendo como destino la ciudad de Nueva York. El problema nodal de este vuelo fue una confusión entre vocablos de habla hispana y su traducción al inglés.
La importancia de saber comunicarnos en forma correcta
En primera instancia, el piloto no hablaba inglés así que todo lo que decía era traducido y transmitido por su copiloto a la torre de control. En segundo lugar el avión estuvo sobrevolando la ciudad de Nueva York durante más de una hora debido a contingencias climáticas. Durante este tiempo de sobrevuelo, la aeronave agotó todas sus reservas de combustible, cosa que le hubiese permitido desviarse y aterrizar en el aeropuerto alternativo de Boston, para caso de emergencia; y respecto a esta palabra es el último punto.
Se usó la palabra priority en lugar de emergency. Esto sumado al motivo anteriormente descripto hizo que pierdan minutos vitales. Y como consecuencia el avión terminó impactando sobre una colina y partido en dos. La mitad de sus pasajeros perdió la vida.
Ahora sí: llegó el momento del unipersonal
En la segunda parte de la obra Piñeyro nos interpela a través de su humor ácido e irónico. A que pensemos sobre situaciones cotidianas donde el error humano y el peligro están potencialmente presentes. Y que ni siquiera nos percatamos. A partir de ello, nos da el puntapié inicial para reflexionar que volar es mucho más seguro y confiable que transladarse en otro medio de transporte.
Otro eje de la obra sobre el que versa su monólogo, son las fallas y errores que existen en la comunicación humana diaria. Para ello toma como objeto de estudio piezas publicitarias y spots de campañas políticas, desglosando el significado denotado de las mismas y develando su mensaje connotado.
Una pieza teatral irónica e inteligente
Por último, rompe la atmósfera y con los esquemas del género, Y da la receta de cómo cocinar la mejor pizza según su experiencia. Éste es el único momento de la obra en el que se permiten tomar fotos. Por ello observarán la receta de la pizza en la foto que tomamos. Y si no quieren ser señalados por el mismo Piñeyro desde el escenario, les recomendamos que cumplan con la norma. El teatro es pequeño y si sacás tu celular no vas a pasar desapercibido.
Es una excelente obra, que ya lleva 4 años en cartelera y esperamos que sean muchos más. Casi siempre son muy pocas las funciones. Así que si tienen ganas de reírse y escuchar el relato elocuente de Piñeyro, apresúrense para sacar las entradas. Son dos horas y media en los que no van a pasar de reírse intensamente a hacerse interrogantes y recapacitar sobre la vida misma,. Si pueden en el 2018 no dejen de verla. Las autoras del blog la recomendamos.
Bonus track
A la salida a cada espectador le regalan los tres documentales emblemáticos de Piñeyro (Whisky Romeo Zulu, Fuerza Aérea Sociedad Anónima y El Rati Horror Show). Y «La revolución de una brizna de paja» de Masanobu Fukuoka, uno de los tantos libros que cita durante el transcurso de la obra.
Un genio Ricardo, muy admirable en todo lo que realiza, gracias por la nota!
Gracias a vos por tu comentario, ¿por Ricardo te referís a Enrique, no? Jaja.
Saludos
Gracias por el articulo, justo lo que buscaba 😉
¡Qué bueno te haya servido! Un groso Enrique